viernes, 24 de junio de 2016

EL CAPTURADOR DE PASIONES

“En seis años cambió todo”, dice Federico Peretti. Quien tras estudiar Letras y Comunicación Social, se dedicó al cine y la publicidad. La fotografía apareció como un pasatiempo que con el tiempo se convirtió en el puente que lo vinculó con su gran pasión, el fútbol. Argentino. Hincha de River Plate. Testigo presencial del origen de una idea de 7.829 metros que se transformó en un “Récord Guinness”: La bandera más larga del mundo. “El otro fútbol”, su proyecto más ambicioso, recorre la Argentina desde Ushuaia a La Quiaca y de Corrientes a San Juan. Más de cien equipos con historias que parecen salidas de un cuento de Fontanarrosa.
En busca de palabras que expliquen lo que él tan bien demuestra con imágenes, retratos y postales, me sumerjo en el barrio de Villa Crespo (Buenos Aires). Allí se encuentra su productora “Casa Kiev”, es de mañana, llevo medialunas y él me invita con unos mates…



- ¿Cómo te inicias en la fotografía?


- Me gustaba sacar fotos.  Arranqué con una camarita de 1.3 megapíxeles con la que mucho no podía hacer. Entonces, me hice traer una Canon 350d de China por medio de un amigo de mi papá que vivía allá. Yo no sabía nada de fotografía, ni idea de cómo usarla. Igualmente, me ayudaba el hecho de que ya trabajaba en cine y tenía un conocimiento de lo que es lo estético, encuadre y esas cosas. Como tenía que pagar esta cámara, empecé a hacer “books” para actores y actrices que conocía. Al no tener un estudio donde hacer las sesiones, los convencía de ir a parques y plazas. Eso me sirvió para adquirir más experiencia y tener más confianza con mi cámara.

- ¿Y cómo llegás al deporte?

- Un día estaba esperando el subte en la estación Dorrego (1) y veo una revista llamada “Ascenso”. Estaba muy buena, con mucha información de todas las categorías. Pero la notaba un poco austera y con no tan buena calidad de fotografías. Por lo general porque son fotos de jefes de prensa y suelen ser solo informativas. Se me ocurrió escribirles para trabajar ahí. Fue la primera vez que me di cuenta que podía relacionarme al fútbol de alguna manera. Me encantaba la idea de ir a canchas de ascenso. Les mandé un mail y me contestaron que no necesitaban fotógrafos, pero sí gente que vayan a cubrir los partidos. Acepté y mi primer partido fue “Liniers – Riestra”(2). Hice la cobertura, les mandé la síntesis y algunas fotos. “Te dijimos que fotos no”, fue lo primero que me dijeron. Al segundo partido volví a hacer lo mismo y volvieron a decirme que las fotos no eran necesarias. Así seguí haciéndolo por diez partidos hasta que me dijeron: “Bueno, andá a sacar fotos”. Hoy veo las fotos y eran horribles (ríe).

- ¿Qué detalles son claves para sacar fotos en un partido de fútbol?


- Hay cosas fundamentales que uno va aprendiendo con el tiempo. Evitar que el jugador salga de espaldas, que la pelota aparezca en el plano y evitar las fotos de parado. Esto último lo aprendí de uno de los fotógrafos más importantes del país. Él es un “Clase A”, va a todos los Mundiales y es muy humilde. Explica y aconseja mucho a los que recién empiezan. Cuando me firmó la recomendación para entrar a ARGRA (3) (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina), me dijo: “Yo te firmo la recomendación, pero mañana mismo comprate un banquito”. Al otro día fui corriendo a comprarme uno y la verdad que me sirvió mucho para mejorar mis fotos.





- ¿Qué tanto lugar tiene la fotografía  en los medios gráficos? 

- Yo elijo trabajar en medios que no son tan masivos. Disfruto mucho eso. En la “Revista 1986”, me dan la oportunidad y la libertad de desarrollar el lado artístico. En medios grandes, suelen publicar fotos que acompañan el texto. Es decir, fotos de acción de juego o ilustrativas. Me gusta trabajar donde puedo mostrar mi capacidad y mi ingenio con una imagen.



- Debe ser especial tener la posibilidad de trabajar con el club del que sos hincha, ¿Recordás ese primer partido que fuiste a fotografiar a River?

- Fue el segundo partido de Ángel Cappa en River en 2010. Esa noche me di cuenta que tenía que comprarme un equipo mejor. Llevé mi Canon con réflex que usaba en la “Revista Ascenso”, pero tenía un lente que no era luminoso y de noche no te sirve. Habré sacado solo cinco fotos. De cerca, en los tiros de esquina y cuando estaban quietos los jugadores (ríe).

- Un año después, el 26 de junio de 2011, River vivía el capítulo más negro de su historia: El descenso a la B. ¿Qué recuerdo tenés de ese día?

- Fue un día bastante triste. Lo viví más como hincha. En esa época trabajaba para “La Página Millonaria” (4) y estaba con la película “El Otro Fútbol” filmando. Fueron sentimientos encontrados porque para la página tenía que sacar fotos mostrando el descenso de River y para la película tenía que mostrar la otra cara, el ascenso de Belgrano (Córdoba) a Primera. Filmaba llorando. Cuando revisé ese material, tenía cuarenta minutos de grabación de los que ni recordaba haberlos hecho. Estaba bloqueado.

- Al otro año otra vez cambió todo en River, volvió a Primera y coronó ese año con el récord de la bandera más larga del mundo. Vos hiciste una película documental sobre ese acontecimiento bajo el nombre “Esos colores que llevás”, ¿cómo te metiste en ese proyecto?

- Casualmente, yo solía comer asados con los muchachos que empezaron esta campaña. Me pidieron que los filme para subir videítos a “Youtube” y difundir la idea. Así por un año. La repercusión fue muy grande, así que decidí filmar más. Empecé a juntar muchísimo material, hinchas contando sus sensaciones y en un pestañeo estaba entrevistando a Ortega, Alonso, Francescoli…

https://www.youtube.com/watch?v=EFP0AkT0g94




- Y al final “Youtube” se transformó en el Luna Park…

- Increíble. Terminé presentando la película con dos funciones en el Luna Park para 13.000 personas. Eso me preocupó un poco. Imaginate que en la previa la gente parecía que iba a la cancha, con sus banderas, cantando, gritando… y esto era un documental. ¡Se van a aburrir! Pero al final fue todo lo contrario, todos en silencio, algunos lloraban, les encantó. Cuando terminó me sentí una estrella de rock, me pedían autógrafos, fotos, me felicitaban…

- Contame un poco de “El Otro Fútbol”…



- La idea de “El Otro Fútbol” surgió de tantos viajes con Fernando Prieto (5) cubriendo partidos para la Revista Ascenso. Era un mundo sorprendente y nadie registraba esas cosas. No había un registro desde adentro. Empezamos el proyecto de manera muy amateur. Muy poco presupuesto (propio) y equipos muy malos. Fernando insistió en que pidamos apoyo al INCAA(6). Funcionó. Conseguimos un subsidio que no era mucho pero compramos mejores equipos y pagábamos los pasajes. No cubría todo, pero sirvió como puntapié inicial.

- ¿Qué cosas te pasó con esta película?

- Aprendí muchas cosas. Para mí tiene más pasión un pibe que juega al fútbol en La Quiaca que el hincha que se cuelga del alambrado gritando que tiene más aguante y que va a matar a todos. Tienen amor por el fútbol y saben muy bien que no van a llegar a Primera. Me pasó en Corrientes, de encontrarme a un pibe que jugaba en “Huracán de Corrientes”. Jugaba muy bien. Le preguntámos cuál era su sueño y nos respondió: “Jugar acá”. “Pero sos bueno, podrías probarte en un club más grande”, insistimos. “No. Yo soy feliz acá. Mi papá era hincha de Huracán y yo también. Desde los tres años venía a verlo. Mi papá murió y yo le prometí que iba a jugar acá. Este es mi sueño”. No me quedan dudas, eso es el fútbol.

https://www.youtube.com/watch?v=k5fiHBzLBKA



Las repercusiones de “El Otro Fútbol”, llegaron hasta Brasil. Donde convocaron a Peretti para hacer una versión en ese país bajo el nombre “El Outro Futebol”. En este caso con un formato televisivo con capítulos de 30 minutos. Además, junto a Facundo Pastor (7), editó “No alcanzan las palabras”. Libro de fotos que retratan la despedida del fútbol de un ídolo riverplatense como Ariel Ortega, con prólogo del músico Andrés Calamaro.


Hoy, Federico Peretti, sigue con proyectos. Muchos relacionados con el fútbol y otros experimentales por el lado del cine. Pero todos los domingos lo vamos a encontrar detrás del arco. Con una mano obturando su cámara, la otra apretando el puño y gritando un nuevo gol de River, inmortalizado en una imagen.


 



Notas al pie:
(1) Estación de la Línea B de Subterráneos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
(2) Partido de la Primera División “D” del Fútbol Argentino
(3) Requisitos para ingresar a ARGRA: A) Tres meses de publicaciones consecutivas en medios con precio de tapa (que se vendan en kioskos de revistas). B) Un mínimo de tres recomendaciones de socios de ARGRA. C) Una nota firmada por el medio en que trabajaste. D) Comprobante de haber cobrado por ese trabajo.
(4) El sitio web no oficial más popular sobre River Plate (www.riverplate.com)
(5) Periodista. Director de “Revista Ascenso” (www.revistaascenso.com.ar)
(6) Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales
(7) Periodista de radio y televisión. Fundador de la “Revista 1986” (www.revista1986.com.ar)

martes, 24 de agosto de 2010

¡ ÍDOLO NO TE MUERAS NUNCA !

Creo que la mejor forma de iniciar este blog, es hablando de mi ídolo. No digo ni héroe, ni modelo, ni favorito. Me refiero al ídolo. Esa persona que respetamos, que sentimos que hace bien las cosas, que un poco envidiamos y que defendemos a muerte. ¡Ojo!, tengo clarísimo que no es perfecto y hay cosas que no disfruto de él, pero cada vez que lo veo o que lo escucho siento que es un grande, un grosso, un ídolo.
En mi caso, él es famoso y reconocido, pero no es un requisito imprescindible. No se cuándo es su cumpleaños, cuál es su gusto preferido de helado, cómo se llaman sus perros, ni qué le gusta comer. Nunca me saqué una foto con él, ni le pedí un autógrafo (no entiendo su valor). Jamás traté ser él o quise hacer lo mismo que él, pero al mismo tiempo anhelé sus hazañas.

El ídolo es uno solo, no se puede tener varios. Tal vez algunos se confundan y tengan pseudos ídolos, candidatos o proyectos a ídolos, pero cuando se lo encuentra ya no hay dudas.Yo lo encontré de chico, o mejor dicho, lo sentí de chico. Fue un cosquilleo interno que nunca había sentido antes. Era como un hormiguero en hora pico. Vi algo distinto, algo increíble, algo hermoso. Fue un gol. Era el año 1996, alguien había eludido a cinco defensores y ridiculizado a un rubio arquero. Mis ojos se clavaron, me paralicé... y cuando recuperé el aliento comencé a buscar al culpable. Finalmente, el relator develó el enigma. Aquel fue el primero de muchos y más intensos cosquilleos muy particulares que solo él me regala. Ese gol fue como si lo hubiera hecho para llamar mi atención, como si él supiera que lo estaba viendo y que lo necesitaba. Seguramente si me hubiera perdido ese gol, él iba a convertir uno así todos los domingos hasta que yo lo viera. Por suerte le ahorré el esfuerzo.
De a poco se fue metiendo en mi vida y de a poco lo fui descubriendo. Su personalidad, el amor por su origen, por sus amigos, por su familia, por el fútbol. Me sentí identificado y me encariñé de tal manera que lo sentí muy cercano. Eso hacía que disfrute y celebre con él en las buenas y sufra con él en las malas. Pero siempre aprendía de sus experiencias, las hacía propias. Me parece que el ídolo es quien te elige, porque el idolatrado tiene algo nuestro, nos identifica, nos representa y nos muestra nuestro otro yo. Por eso es él, porque se ganó mi respeto, siento que hace bien las cosas, lo envidio un poco y lo defiendo a muerte.

Ahora creo entender el por qué de mi obsesión por hacer goles de cucharita en los partidos de fútbol 5 con mis amigos. Fue ese gol del ´96 picándosela a Rocha que me hipnotizó